¿Es necesario conocer los tipos de suelo antes de la construcción?

A la hora de construir una nave industrial hay que tener en cuenta los tipos de suelo construcción. Porque el proceso de cimentación va a cambiar dependiendo del tipo de suelo sobre el que se va a edificar.

En polígonos industriales, donde existe un suelo edificable y parcelado. Hace más fácil realizar el estudio geotécnico para comprobar el tipo de cimentación necesaria.

Por otro lado, cuando se construye una nave agrícola o una nave ganadera en una zona rural. Conocer el tipo de suelo es de gran ayuda para elegir la mejor localización de la nave agropecuaria.

Tipos de suelos para la construcción

  1. Suelos rocosos sin meteorización. Cuando un suelo rocoso y compacto no tiene signos de meteorización se dice que tiene la roca sana. Este tipo de suelos es muy estable. Y tiene mucha resistencia a la deformación.
  2. Suelos rocosos diaclasados. Cuando la acción de la erosión comienza a afectar a una roca, hay parte del suelo rocoso disgregado. Y se conoce como rocas diaclasadas a aquellas rocas afectadas por la meteorización. Es necesario realizar un estudio para conocer la debilidad del terreno y las necesidades de cimentación de este.
  3. Suelos granulares. Este tipo de suelos engloba a las arenas y gravas. Además de todos los pasos intermedios y mezclas de materiales. La resistencia de estos materiales es menor. Pero con la compactación y cimentación adecuada se vuelven suelos muy estables. Aptos para todo tipo de construcciones.
  4. Suelos finos. Cuando la mayoría del suelo está formado por limos o arcillas se dice que es un suelo fino. Las características de porosidad, impermeabilidad y retención de agua son variables. Dependiendo de la compactación del suelo. Son los suelos menos resistentes.
  5. Composición química. Aunque no es un tipo de suelo, hay que estudiar la composición química del sustrato y de las aguas freáticas. Para conocer la presencia de químicos que puedan resultar agresivos para el hormigón. Reduciendo su durabilidad y resistencia.

Clasificación del terreno

Una vez se ha determinado el tipo de suelo, su composición química y las características de la construcción los terrenos se clasifican en 3 tipos:

  • Terrenos favorables. Son aquellos que tienen poca variabilidad. Por lo que se realiza la cimentación de forma directa. Mediante elementos aislados.
  • Terreno intermedio. Este tipo de terreno presenta poca variabilidad. Y permite a los constructores de la zona utilizar la misma solución de cimentación para asegurar el edificio. Además, es posible que existan rellenos de material hechos por las personas del lugar, aunque no superen los 3 metros.
  • Terrenos desfavorables. Son aquellos que no se pueden clasificar en las dos categorías anteriores. Y necesitan un estudio pormenorizado para funcionar correctamente.

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