Terrenos Problemáticos para la construcción de Naves Industriales

Existen varios tipos de terrenos problemáticos para la construcción de naves industriales. Que afectan al asentamiento de los cimientos. Esto es muy importante en  la construcción de naves ganaderas y agrícolas. Ya que este tipo de construcciones se encuentran en lugares alejados de los núcleos urbanos. Y es más difícil encontrar terrenos  sin ningún problema.

Tipos de terrenos problemáticos

Los terrenos problemáticos para la construcción más comunes son los siguientes.

1.- Rellenos

Los rellenos son materiales que pueden tener orígenes muy diferentes. Puede ser terreno natural excavado y depositado en otra área. Puede ser un terreno parcialmente o totalmente compuesto de escombros, tierra vegetal y otros restos.

Normalmente se trata de un suelo insuficientemente compactado y con presencia de materiales degradables. Sus características geotécnicas son generalmente inadecuadas para cimentaciones portantes. Como consecuencia de su presencia, se dan asentamientos excesivos, que pueden ser diferenciales, si la heterogeneidad del material lo produce.

CAD Edificios Industriales aborda estos problemas mediante inyecciones de resina en el suelo y/o micropilotes en acero accionados por presión hidráulica.

2.- Arcillas expansivas

En primer lugar, conviene precisar que no todas las expansivas son arcillas y que la «expansiva» es inapropiada, siendo más correcta la denominación de «fluctuantes», tierras que presentan estas características sufren cambios de volumen, puede ser poco o muy importante, con los cambios. A medida que aumenta la humedad del suelo, el suelo gana al poder, en casos extremos, producir hacia arriba en las estructuras.

Generalmente ocurre el fenómeno contrario, el derrumbe debido a la tierra. La pérdida de volumen en los estratos superficiales se produce generalmente por el desprendimiento de los cimientos, su rotura y hundimiento. Esto provoca la aparición de grietas y desniveles.

Suele afectar más al perímetro de y sigue ciclos invierno-verano. Este fenómeno comienza a actuar desde el momento de la construcción y no cesa, afectando la superficie de 2 m del terreno. A partir de esta profundidad, el suelo se mantiene constante a pesar de las variaciones climáticas.

La existencia de un terreno fluctuante se puede verificar por medios de laboratorio, como los de los límites de Attemberg o edométricos. Para evitar este fenómeno, el apoyo de la cimentación debe realizarse a mayor profundidad. Normalmente la presencia de un sótano es suficiente para que los síntomas no aparezcan.

CAD Edificios Industriales resuelve estos problemas mediante el uso de micropilotes accionados hidráulicamente. Las inyecciones de resina expansiva generalmente no son adecuadas para este problema.

3.- Terrenos colapsables

Se trata de un suelo que soporta una cimentación, que sufre una humedad brutal, que provoca un asentamiento repentino y espontáneo, tanto más importante cuanto que la estructura transmite cada vez más humedad en el momento de la saturación es

Se puede deducir que este fenómeno no ocurre en terrenos ubicados debajo del nivel freático. La mejor manera de prevenir este problema es evitar el terreno, pero esto puede no ser posible, por ejemplo, en áreas donde hay en el nivel freático. Es por eso que CAD Edificios Industriales utiliza micropilotes para estos asentamientos repentinos.

4.- Terrenos karstificados o con erosión interna

Algunos materiales, entre ellos la caliza y el yeso, se encuentran en el agua, lo que puede producir fenómenos de meteorización química debido a la circulación del agua. Que se conoce como terrenos karstificados.

Esto produce generalmente la presencia de cuevas, simas u otras formas kársticas. La presencia de cavidades en el suelo debajo de un puede provocar el colapso de los cimientos. Este problema puede solucionarse rellenando una cavidad o mediante micropilotes de acero accionados hidráulicamente, si las características del terreno lo permiten.

5.- Terrenos naturales poco compactos o consistentes

Algunos suelos naturales son blandos o sueltos, generalmente porque son suelos recientes que no tienen antecedentes de consolidación de entierro. Ejemplos de estos terrenos son los depósitos aluviales, en los cauces de los ríos, los depósitos de la erosión de un talud o en los que fluye el agua y se junta la pendiente del terreno.

Según las características del terreno, CAD Edificios Industriales trata estos problemas con inyecciones de resina expansiva en el terreno y/o micropilotes de acero hincados bajo presión hidráulica.